La reciente victoria de la Plancha 1 en las elecciones de la Federación Nacional de Ciclismo destaca una realidad desalentadora: el ciclismo dominicano enfrenta no solo un declive evidente, sino también desafíos adicionales derivados de prácticas cuestionables en las asociaciones votantes.
Se revela que las asociaciones, supuestas representantes de diversas ciudades, son más bien entidades fantasma. Esta desconexión entre el nombre y la realidad desencadena preguntas inquietantes sobre la legitimidad del proceso electoral y plantea dudas sobre la representatividad real de la Plancha 1.
La constatación de que estas asociaciones carecen de presencia activa del ciclismo en sus ciudades subraya una brecha significativa entre la estructura formal y la participación genuina en el deporte. Esto plantea interrogantes sobre la integridad del proceso electoral y el valor real de los votos que representan.
La revelación de estas prácticas pone en tela de juicio la integridad de los resultados electorales. Es evidente que la Plancha 1 se beneficia de asociaciones que no reflejan la realidad del ciclismo en sus localidades, cuestionando así la autenticidad del mandato otorgado.
En medio de estos descubrimientos, se impone un llamado urgente a la transparencia. La comunidad ciclista y la opinión pública merecen conocer la verdad detrás de estas prácticas cuestionables y exigir un proceso electoral más justo y representativo en el futuro.
La victoria de la Plancha 1, a la luz de estas revelaciones, subraya la necesidad crítica de reformas en el sistema electoral de la Federación Nacional de Ciclismo. Las asociaciones deben reflejar verdaderamente la actividad ciclística en sus áreas y garantizar una representación auténtica en el proceso electoral.
La victoria de la Plancha 1 no solo resalta los desafíos evidentes del ciclismo dominicano, sino que también destapa prácticas preocupantes que exigen una revisión exhaustiva. El llamado es claro: es hora de una transparencia total y de reformas para preservar la integridad del deporte y su dirección futura.
Por.: Pedro J. Esquea
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